Una tomografía axial computarizada (TAC) de órbitas es un tipo de examen de diagnóstico que utiliza tecnología de rayos X para obtener imágenes detalladas de las estructuras orbitales del ojo, incluyendo los globos oculares, los párpados, los músculos oculares, el nervio óptico y los senos paranasales circundantes.
Patologías en las que se puede aplicar
Esta prueba es útil en diferentes situaciones clínicas, como cuando se sospecha de una lesión ocular traumática o una fractura facial que involucre las órbitas. También se utiliza en la evaluación de pacientes con tumores oculares, infecciones o inflamaciones de los tejidos orbitales, y para el diagnóstico de trastornos vasculares como trombosis venosa o aneurismas arteriales.
Además, el TAC de órbitas puede ser indicada para evaluar pacientes con cambios en la visión, protrusión ocular (exoftalmos) o deformidades oculares inexplicables. También se utiliza en el seguimiento de enfermedades oculares conocidas, como la orbitopatía tiroidea o el melanoma ocular.
Requisitos examen
- No requiere preparación alguna.
- Se puede realizar en cualquier momento en nuestro horario de atención.
- Disponer de 30 a 40 Minutos.
Contraindicaciones
Sin embargo, existen algunas contraindicaciones o situaciones en las que no se recomienda realizar un TAC de órbitas. Estas incluyen el embarazo, especialmente durante el primer trimestre, debido a los posibles efectos de la radiación en el feto en desarrollo. En estos casos, se deben considerar otras opciones de imagenología que no utilicen radiación ionizante, como la resonancia magnética (RM) o la ecografía ocular.
Además, si el paciente tiene alergia conocida al medio de contraste utilizado en el TAC, se deben tomar precauciones especiales. El médico y el equipo de imágenes diagnósticas deben estar al tanto de cualquier alergia o reacción previa a los contrastes radiológicos para evitar complicaciones.